domingo, 27 de abril de 2014

QUE ES LA CANONIZACIÓN


LA CANONIZACIÓN DE LOS SANTOS

La palabra "canon" viene de la palabra griega kanon significa una varilla o estándar de medida.

La costumbre de canonización en sí inicio en la Iglesia Primitiva por aclamación popular. De ahí la costumbre de llamar a todos los apóstoles "Santo."

Los santos, hasta el siglo V eran aclamados después de su muerte a "vox populi" (aclamación popular). Para evitar abusos, a partir del siglo V, los obispos tomaron responsabilidad por la declaración de santidad en su diócesis. Ellos confirmaban la aclamación popular y asignaban al santo un día de fiesta, generalmente el aniversario de su muerte.

EL PROCESO DE BATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN

Al canonizar a ciertos fieles, es decir, al proclamar solemnemente que esos fieles han practicado heroicamente las virtudes y han vivido en la fidelidad a la gracia de Dios, la Iglesia reconoce el poder del Espíritu de santidad, que está en ella, y sostiene la esperanza de los fieles proponiendo a los santos como modelos e intercesores (cf Concilio Vaticano II, Lumen Gentium 40; 48-51). "Los santos y las santas han sido siempre fuente y origen de renovación en las circunstancias más difíciles de la historia de la Iglesia" (Exhortación Apostólica Christifideles Laici 16, 3).
(Catecismo de la Iglesia Católica, número 828).

Etapas en un proceso de Canonización

Son cuatro pasos:

1. Siervo de Dios.

El Obispo diocesano y el Postulador de la Causa piden iniciar el proceso de canonización. Y presentan a la Santa Sede un informe sobre la vida y las virtudes de la persona.

La Santa Sede, por medio de la Congregación para las Causas de los Santos, examina el informe y dicta el Decreto diciendo que nada impide iniciar la Causa (Decreto "Nihil obstat"). Este Decreto es la respuesta oficial de la Santa Sede a las autoridades diocesanas que han pedido iniciar el proceso canónico.

Obtenido el Decreto de "Nihil obstat", el Obispo diocesano dicta el Decreto de Introducción de la Causa del ahora Siervo de Dios.

2. Venerable.

Esta parte del camino comprende cinco etapas:

a) La primera etapa es el Proceso sobre la vida y las virtudes del Siervo de Dios. Un Tribunal, designado por el Obispo, recibe los testimonios de las personas que conocieron al Siervo de Dios. Ese Tribunal diocesano no da sentencia alguna; ésta queda reservada a la Congregación para las causas de los santos.

b) La segunda etapa es el Proceso de los escritos. Una comisión de censores, señalados también por el Obispo, analiza la ortodoxia de los escritos del Siervo de Dios.

c) La tercera etapa se inicia terminados los dos procesos anteriores. El Relator de la Causa nombrado por la Congregación para las Causas de los Santos, elabora el documento denominado "Positivo". En este documento se incluyen, además de los testimonios de los testigos, los principales aspectos de la vida, virtudes y escritos del Siervo de Dios.

d) La cuarta etapa es la Discusión de la "Positio". Este documento, una vez impreso, es discutido por una Comisión de Teólogos consultores, nombrados por la Congregación para las Causas de los Santos. Después, en sesión solemne de Cardenales y Obispos, la Congregación para las Causas de los Santos, a su vez, discute el parecer de la Comisión de Teólogos.

e) La quinta etapa es el Decreto del Santo Padre. Si la Congregación para las Causas de los Santos aprueba la "Positio", el Santo Padre dicta el Decreto de Heroicidad de Virtudes. El que era Siervo de Dios pasa a ser considerado Venerable.

3. Beato o Bienaventurado.

a) La primera etapa es mostrar al "Venerable" a la comunidad como modelo de vida e intercesor ante Dios. Para que esto pueda ser, el Postulador de la Causa deber probar ante la Congregación para las Causas de los Santos:

- La fama de santidad del Venerable. Para ello elabora una lista con las gracias y favores pedidos a Dios por los fieles por intermedio del Venerable.

- La realización de un milagro atribuido a la intercesión del Venerable. El proceso de examinar este "presunto" milagro se lleva a cabo en la Diócesis donde ha sucedido el hecho y donde viven los testigos.
Generalmente, el Postulador de la Causa presenta hechos relacionados con la salud o la medicina. El Proceso de examinar el "presunto" milagro debe abarcar dos aspectos: a) la presencia de un hecho (la sanación) que los científicos (los médicos) deberán atestiguar como un hecho que va más allá de la ciencia, y b) la intercesión del Venerable Siervo de Dios en la realización de ese hecho que señalarán los testigos del caso.

b) Durante la segunda etapa la Congregación para las Causas de los Santos examina el milagro presentado.

Dos médicos peritos, designados por la Congregación, examinan si las condiciones del caso merecían un estudio detallado. Su parecer es discutido por la Consulta médica de la Congregación para las Causas de los Santos (cinco médicos peritos).

El hecho extraordinario presentado por la Consulta médica es discutido por el Congreso de Teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos. Ocho teólogos estudian el nexo entre el hecho señalado por la Consulta médica y la intercesión atribuida al Siervo de Dios.

Todos los antecedentes y los juicios de la Consulta Médica y del Congreso de Teólogos son estudiados y comunicados por un Cardenal (Cardenal "Ponente") a los demás integrantes de la Congregación, reunidos en Sesión. Luego, en Sesión solemne de los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos se da su veredicto final sobre el "milagro". Si el veredicto es positivo el Prefecto de la Congregación ordena la confección del Decreto correspondiente para ser sometido a la aprobación del Santo Padre.

c) En la tercera etapa y con los antecedentes anteriores, el Santo Padre aprueba el Decreto de Beatificación.

d) En la cuarta etapa el Santo Padre determina la fecha de la ceremonia litúrgica.

e) La quinta etapa es la Ceremonia de Beatificación.

4. Santo.

a) La primera etapa es la aprobación de un segundo milagro.

b) Durante la segunda etapa la Congregación para las Causas de los Santos examina este segundo milagro presentado. Se requiere que este segundo hecho milagroso haya sucedido en una fecha posterior a la Beatificación. Para examinarlo la Congregación sigue los mismos pasos que para el primer milagro.

c) En la tercera etapa el Santo Padre, con los antecedentes anteriores, aprueba el Decreto de Canonización.

d) La cuarta etapa es el Consistorio Ordinario Público, convocado por el Santo Padre, donde informa a todos los Cardenales de la Iglesia y luego determina la fecha de la canonización.

e) La última etapa es la Ceremonia de la Canonización.

En el año 2005, el Vaticano estableció nuevas normas para ceremonias de beatificación

En octubre del año 2005, La Congregación para las Causas de los Santos dio a conocer cuatro disposiciones nuevas para las ceremonias de beatificación entre las que destaca su celebración en la diócesis que haya promovido la causa del nuevo beato.

Las disposiciones son fruto del estudio de las razones teológicas y de las exigencias pastorales sobre los ritos de beatificación y canonización aprobadas por Benedicto XVI, informa Radio Vaticano.

La primera norma indica que mientras el Papa presidirá los ritos de canonización, que atribuye al beato el culto por parte de toda la Iglesia; los de beatificación –considerados siempre un acto pontificio– serán celebrados por un representante del Santo Padre, normalmente por el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

La segunda disposición establece que el rito de beatificación se celebrará en la diócesis que ha promovido la causa del nuevo beato o en otra localidad considerada idónea.

En tercer lugar se indica que por solicitud de los obispos o de los “actores” de la causa, considerando el parecer de la Secretaría de Estado, el mismo rito de beatificación podrá tener lugar en Roma.

Por último, según la cuarta disposición, el mismo rito se desarrollará en la Celebración Eucarística, a menos que algunas razones litúrgicas especiales sugieran que tenga lugar en el curso de la celebración de la Palabra y de la Liturgia de las Horas.

RESPONDIENDO A LOS HERMANOS SEPARADOS

Muchos hermanos separados se preguntan: - Si todos somos parte de los santos ¿Por qué razón la Iglesia Católica proclama que algunos son santos?

La canonización de los santos por parte de la Iglesia antes que nada tenemos que aclarar que no tiene propósito alguno de quitar gloria a Dios, ni compararlos con Jesucristo quien es el Santo de Dios (Mc 1,24) y plenitud de todas las virtudes, sino que estos hermanos glorifican a Dios por su santidad, confirmando que al Dios que siguieron, es Santo.

La Iglesia reconoce a santos como todos los miembros de la Iglesia (1 Co 14,33), así seamos los más pecadores, somos parte del pueblo de Dios, a quien se llama santos, pero la Iglesia hace un reconocimiento especial de esos miembros de la Iglesia que han llevado una vida recta con todas las cualidades de la santidad.

Nadie puede negar que san Pablo era pecador, pero después de conocer a Cristo fue un hombre que practicó la santidad y por eso lo llamamos “san”, así podemos decir lo mismo que el apóstol Juan, Mateo, etc. pero no solo personajes bíblicos, ha habido a través de los años, cristianos que amaron mucho a Dios, así sean laicos o dedicados al servicio de la Iglesia y por su amor a Dios les hemos reconocido como ejemplos a seguir y les hemos puesto el prefijo de “san”.

La iglesia los declara santos porque anduvieron muy cerca de Dios, quien es Todo Santo. La Iglesia no declara que tal o cual persona vivió en santidad para hacerla competir con Cristo, nadie compite con la santidad de Cristo, sino que Cristo es glorificado con la santidad de estos hermanos proclamados, pues ¿Que mejor honra podría tener el Todo Santo que alguien le haya imitado? Jesús nos invitó a seguirle y a ser santos (Mt 5,48) ¿Por qué perder esa oportunidad?

¿POR QUE LA IGLESIA CANONIZA?

La Constitución Divinus Redemptoris Magister (25-1-1983) dice que, "Desde tiempos inmemorables la Sede Apostólica propone a la imitación, veneración y a la invocación a algunos cristianos que sobresalieron por el fulgor de sus virtudes."

Estos hombres y mujeres son propuestos para ser:
  • Imitados: los beatos y santos son propuestos como modelos para ser imitados; Francisco y Jacinta, portadores del mensaje que fluye de sus vidas pueden servir de ejemplo para todos.
  • Venerados: los beatos pueden recibir culto público en su patria, con imágenes en el altar y fiestas de conmemoración; los santos en la Iglesia universal.
  • Para ser invocados: la Iglesia reconoce que los dos niños pueden ser intermediarios junto a Dios en favor de quien les invoque.
Todos los santos y beatos de la Iglesia realizaron una misión común: llevar a la perfección la "vida cristiana". Perfección a la cual todos estamos llamados por el mismo Señor cuando nos dijo: "Sed perfectos como Mi Padre es perfecto"(Mt 5:48). Vemos como a lo largo de la historia de la Iglesia, miles de hombres y mujeres, niños y ancianos se han lanzado a la conquista de esta gracia y nosotros en nuestros días somos dichosos al tener tan "gran nube de testigos" que son ejemplo seguro que podemos seguir en nuestro caminar hacia la perfección.

¿ACASO LA IGLESIA HACE SANTOS?

La Iglesia Católica no hace santos, el Espíritu Santo santifica al creyente en la Iglesia Catolica. La canonizacion. el proceso de canonizacion de la Iglesia NO es un acto para hacer un santo, es un acto para verificar que un creyente propuesto a la Iglesia como modelo ha vivido una vida ejemplar de acuerdo al Evangelio. El hombre es santificado por el Espiritu Santo, la diocesis propone a algunos de sus miembros que se ha destacado heroicamente por vivir el Evangelio.

La Iglesia hace un estudio exhaustivo y hay veces que toma cientos de años de la vida de esa persona, como esa persona se ajusto al Evangelio, cuando todas las respuestas han sido positivas la Iglesia en una Misa proclama que esa persona ha vivido una vida totalmente de acuerdo al Evangelio y la registra en el canon que en latin quiere decir "catalogo" y proclamamos que ese hermano se ha santificado, pero NO es la Iglesia que lo santifica, es el Espiritu Santo quien hace la obra de Santificacion.

La Iglesia proclama que uno de sus miembros despues de pasar un examen bien profundo ha sido declarado que ha vivido de acuerdo a las virtudes del Evangelio.

Una vez más es lamentable constatar que se intenta simplemente llevar la contraria a lo que enseña la Iglesia católica por el hecho de que lo hace. Más aún, si el sucesor de Pedro, goza del poder de "atar y desatar" que le ha conferido Cristo, ¿por qué motivo los hombres se lo pretenden quitar?

Ahora vamos a la historia... Juan XV fue Papa del 985 al 996. Y en el sínodo del 31 de enero del 993 en Letrán, canonizó solemnemente al obispo Ulrico de Augusta: fue la primera canonización oficial que celebrara un Papa.

Aquí viene muy a cuento el No. 828 del Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica
828 Al canonizar a ciertos fieles, es decir, al proclamar solemnemente que esos fieles han practicado heroicamente las virtudes y han vivido en la fidelidad a la gracia de Dios, la Iglesia reconoce el poder del Espíritu de santidad, que está en ella, y sostiene la esperanza de los fieles proponiendo a los santos como modelos e intercesores (cf LG 40; 48-51). "Los santos y las santas han sido siempre fuente y origen de renovación en las circunstancias más difíciles de la historia de la Iglesia" (CL 16, 3). En efecto, "la santidad de la Iglesia es el secreto manantial y la medida infalible de su laboriosidad apostólica y de su ímpetu misionero" (CL 17, 3).

"Santo" en la Biblia se dice de diversas maneras.
En hebreo se emplea la raíz de qdsh. Sorprende que tal raíz indique lo apartado, lo sagrado; indica asimismo tanto apartamiento como sacralidad.
Se hace referencia con ello a la actividad divina, como su majestad. Se habla de su "santo brazo" (Sl 98,1). También indica inviolabilidad. El nombre de Dios es santo (Lv 20,3), separado de toda contaminación.

Se habla de su espíritu que es santo (Sl 51,11).
Se habla de lugares reservados como sagrados por la presencia de Dios: el cielo (Sl 11,4), la tierra (Ex 3,5), el tabernáculo y sus atrios (Ex 40,9), el templo (Sl 11,4). Jerusalén y sus colinas son santos, el monte de Sión (Sl 2,6). La tierra de Israel es santa (Zc 2,12); los sacrificios (Ex 30,10), las ofrendas (Ex 28,38)... las primicias, cualquier cosa consagrada, el voto del nazareato (Nm 6,5)... Es santo el óleo para ungir al sacerdote (Nm 35,25), para consagrar el tabernáculo (Ex 40,9), el incienso (Ex 30,35), las vestiduras (Ex 29,29)...

En la lengua griega "santo" se dice hagios y hosios. Hay otros términos que les acompañan, como hieros, sagrado...
90 de los 230 casos en que aparece la palabra "santo" figura combinado con penuma; así se habla de Penuma hagiosynes (Rm 1,4).

Hagios se pone a menudo en relación con las cosas, lugares y personas del culto: las Escrituras (Rm 1,2); la ley (Rm 7,12; cf 2Pe 2,21), la ciudad es santa (Mt 4,5.27.53; Ap 11,2). Con referencia al templo se emplea la expresión "topos hagios" (Mt 24,15; He 6,13.21.28). 2Pe 1,18 hace referencia al monte de santo de la transfiguración. Se habla de "santos profetas" (Lc 1,70; He 3,21; 2Pe 3,2).
Los apóstoles son santos (Ef 3,5). El santuario terreno del primer pacto (Heb 9,1-3), se habla del santuario del templo (Heb 9,12.25).

Relacionado con Dios, el término figura en la oración sacerdotal de Jesús (Jn 17,11). Su nombre es santo (1Pe 1,15-16). Dios es tres veces santo (Ap 4,8, cf Is 6,3). De modo análogo se habla del mundo de Dios, de los ángeles (Mc 8,38; Lc 9,26; He 10,22; Ap 14,10). De Cristo se dice que es el santo de Dios (Mc 1,24; Hechos 3,14. Mc 6,20 dice que Herodes temía a Juan Bautista, ya que era "andra dikaion kai hagion" (varón justo y santo).
Se habla de los dones salvíficos de Dios (2Tim 1,9), la santa alianza (Lc 1,72). Los sacrificios de animales son santos (Rm 12,1).

Quisiera que los evangélicos nos contestaran si el término hagioi (los santos) hace referencia a todo creyente y seguidor de Cristo, ¿todo el que cree en Cristo es "santo" aunque no esté bautizado? Uno que se dice ser no cristiano pero que crea en Cristo, ¿es santo?
Véanse las citas siguientes: Rm 8,27; Ef 6,18. Pablo lo emplea especialmente con referencia a la comunidad primitiva de Jerusalén (Rm 15,25.16.31; 1Cor 16,1). Forman un pueblo santo (2Pe 2,9); sus cuerpos constituyen un templo snato de Dios (1Cor 3,17; cf Ef 2,21). Esta santidad se manifiesta en una conducta pura y sin tacha (Ef 1,4; 5,27; Col 1,22). La santidad de vida cristiana sigue a la santidad de Dios (1Pe 1,16, cf Lev 19,2), etc...

¿LAS CANONIZACIONES SON INFALIBLES?

Consenso de los teólogos católicos

La Enciclopedia Católica explica que la mayor parte de los teólogos concuerdan con que las canonizaciones son infalibles. Mencionan aquí a de San Antonino, Melchor Cano, Suárez, Belarmino, Bañez, Vázquez y, entre los canonistas, de González Téllez, Fagnanus, Schmalzgrüber, Barbosa, Reissenstül, Covarrubias, Albitius, Petra, Joannes a S. Toma, Silvestre, Del Bene entre muchos otros. Citan también a Santo Tomás de Aquíno en Quodlib. IX, a 16, quien dice:

“Dado que el honor que profesamos a los santos es en cierto sentido, una profesión de fe, i.e., una creencia en la gloria de los santos, debemos píamente creer que, en este asunto, también el juicio de la Iglesia está libre de error.”

También especifica que el objetivo de este juicio infalible del Papa se refiere a que lo que queda definido y lo único que se necesita indicar es que la persona canonizada está en el cielo.
Extractos de algunos manuales de teología dogmática

Comparto ahora lo que enseñan del tema algunos manuales de teología dogmática.

El Manual de Teología Dogmática de Michael Schmaus:

“Actualmente es también doctrina común de los teólogos que la Iglesia es infalible en la canonización de santos , es decir, en el juicio definitivo de que un hombre goza de la visión de Dios y puede ser venerado en toda la Iglesia como santo.”

Michael Schmaus, Teología Dogmática, Tomo IV, La Iglesia, Ediciones Rialp, S.A., Madrid 1960, pág. 776

El Manuel de teología dogmática de Ludwig Ott sostiene igualmente:

“El objeto de la infalibilidad

a) El objetó primario de la infalibilidad son las verdades, formalmente reveladas, de la fe y la moral cristiana (de fe; Dz 1839).

La Iglesia no solamente puede de manera positiva determinar y proponer el sentido de la doctrina revelada dando una interpretación auténtica de la Sagrada Escritura y de los testimonios de tradición, y redactando fórmulas de fe (símbolos, definiciones), sino que también puede determinar y condenar como tales los errores que se oponen a la verdad revelada. De otra manera, no cumpliría con su misión de ser «custodia y maestra de la palabra revelada por Dios»; Dz 1793, 1798. “

b) El objeto secundario de la infalibilidad son las verdades que no han sido formalmente reveladas, pero que se hallan en estrecha conexión con las verdades formalmente reveladas de la fe y la mora! cristiana (sent. cierta).

La prueba de esta tesis nos la proporciona el fin propio de la infalibilidad, que es «custodiar santamente y exponer fielmente el depósito de la fe» (Dz 1836). Este fin no podría conseguirlo la Iglesia sino fuera capaz de dar decisiones infalibles sobre verdades y hechos que se hallan en estrecha conexión con las verdades reveladas, bien sea determinando de manera positiva la verdad o “condenando de manera negativa el error opuesto.

Al objeto secundario de la infalibilidad pertenecen: a) las conclusiones teológicas de una verdad formalmente revelada y de una verdad de razón natural b) los hechos históricos, de cuyo reconocimiento depende la certidumbre de una verdad revelada («facta dogmática»); c) las verdades de razón natural, que se hallan en íntima conexión con verdades reveladas (v. más pormenores en la Introducción, § 6); c) la canonización de los santos, es decir, el juicio definitivo de que un miembro de la Iglesia ha sido recibido en la eterna bienaventuranza y debe ser objeto de pública veneración.

El culto tributado a los santos, como nos enseña SANTO TOMÁS, es «cierta confesión de la fe con que creemos en la gloria de los santos» (Quodl. 9,16). Si la Iglesia pudiera equivocarse en sus juicios, entonces de tales fallos se derivarían consecuencias incompatibles con la santidad de la Iglesia.”

Ludwig Ott, Manual de Teología Dogmática, Editorial Herder, Barcelona 1966, pág. 450-451

Tomando en cuenta que el Magisterio de la Iglesia enseña que la canonización es la suprema glorificación por parte de la Iglesia de un siervo de Dios elevado al honor de los altares, medianteun decreto, definitivo y preceptivo para toda la Iglesia, comprometiendo el magisterio solemne del Romano Pontífice, que esto es confirmado por la formula de canonización, me parece que es correcto decir que las canonizaciones son infalibles. El consenso de los teólogos contemporáneos y no contemporáneos parece estar de acuerdo con esto.

Que Dios te bendiga a ti, a tu familia y a todos los tuyos. Que su santa madre la Santísima Virgen Maria te ayude a conocer, amar e imitar a Jesús.

Fuentes:

www.catholicapologetics.org/ap070400.htm‎

http://www.aciprensa.com/santasede/proceso.htm

http://www.vacunadefe.com/Pages/lossantos.aspx

http://www.es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/574/2546/articulo.php?id=24842

http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/1204151240-ison-las-canonizaciones-infal

http://www.corazones.org/diccionario/canonizacion.htm



LA VERDADERA IMAGEN DE JESÚS DE LA MISERICORDIA


Primer cuadro de Jesús de la Divina Misericordia, que corresponde al que Santa María Faustina Kowalska solicitó pintar en 1934 por instrucciones del Señor. Es obra de Eugênio Kazimirowski.


Esta imagen, que es la que se ha difundido por el mundo, fue pintada el año 1944 por Adolfo Hyla, al margen de las instrucciones que el Señor dio a la santa.


La imagen genuina


La devoción a Jesús de la Divina Misericordia, que corresponde a la fiesta litúrgica del domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, se ha multiplicado por el mundo en las últimas décadas. Sin embargo, la imagen que se asocia a la devoción, y que todos conocemos, inexplicablemente no es la auténtica.

Santa María Faustina recibió del Señor el encargo de que hiciera pintar su imagen en un lienzo. La santa durante seis meses orientó los trabajos del pintor. A su término, el Señor le prometió que las gracias que El concedería por medio de la devoción de la Divina Misericordia estarían asociadas a esa imagen. “Por medio de esta imagen voy a conceder muchas gracias, por eso, que cada alma tenga acceso a ella” (Diario 570). Sin embargo, la imagen que pasa por tal no es la genuina. He aquí la historia.


“Pinta una imagen según el modelo que ves, con la frase: Jesús, en Ti confio” (Diario, 47). “Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la frase: Jesús, en Ti confío”(Diario, 327).



Santa María Faustina Kowalska (1905 - 1938)

A petición de Santa María Faustina Kowalska (1905 - 1938), el Beato Miguel Sopocko (1888-1975) encargó el cuadro de Jesús Misericordioso a principios de 1934 en Vilna (Vilnius, Lituania), al pintor Eugeniusz Kazimirowski. El piso del padre Sopocko y el piso de Kazimirowski junto con su estudio se encontraban en el mismo edificio. Durante seis meses la santa fue al estudio del pintor para dar indicaciones y detalles respecto al cuadro. El Beato Sopocko personalmente se encargó de que el lienzo fuera pintado exactamente según las indicaciones. En junio de 1934, el cuadro ya estaba listo. El Beato Sopocko preguntó entonces a Santa Faustina qué texto debería escribirse bajo la pintura.


Beato Miguel Sopocko (1888-1975)

Cuenta Santa Faustina en su Diario: “Una vez el confesor (Padre Sopocko) me preguntó cómo debía ser colocada la frase, ya que todo eso no cabía en la imagen. Contesté que rezaría y que daría la respuesta la semana siguiente. Al alejarme del confesionario, y pasando cerca del Santísimo Sacramento, recibí el entendimiento interior de cómo debía ser la frase. Jesús me recordó lo que me había dicho la primera vez, es decir, que estas tres palabras debían ser puestas en evidencia. Las palabras son: Jesús, en Ti confío” (Diario, 327).

Al recibir la respuesta, el Beato Sopocko puso el texto en el marco debajo del cuadro. El 4 de abril de 1937, con el permiso del Metropolitano de Vilna, el Arzobispo Romuald Jalbrzykowski, el cuadro de Jesús Misericordioso, tras haber recibido la opinión positiva de los expertos, fue bendecido y llevado a la iglesia de San Miguel en Vilna, dónde empezaron a rodearlo de veneración cada vez mayor. Una comisión de expertos convocada en 1941 por la orden del Metropolitano, confirmó la opinión positiva y afirmó que “El cuadro constituye una obra de arte y un ejemplo de arte contemporáneo religioso de valor.” (Protocolo de la Comisión de la evaluación y la conservación del cuadro de Jesús Misericordioso en la Iglesia de San Miguel de Vilna de 27 de mayo de 1941 firmado por expertos: Profesor de la historia de arte dr. M. Morelowski, Profesor de dogmática padre dr. L. Puchaty y el Conservador padre Dr P. Sledziewski).


El cuadro en la Iglesia de San Miguel (1937-1948)

A causa de las operaciones militares (1939- 1945) de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética se anexiona Lituania. El cuadro queda entonces en territorio dominado por el ateísmo despótico y policíaco del comunismo, y por unas decenas de años inaccesible para los peregrinos. A pesar de muchos peligros (estuvo escondido en un desván, enrollado, guardado en la humedad y en el frío; muchas veces inhábilmente restaurado), gracias a la Providencia Divina, el lienzo perduró a la época soviética.

En 1948 cuando el gobierno comunista cerró la Iglesia de San Miguel, el cuadro fue depositado en la Iglesia del Espíritu Santo, cuyo párroco, el p. Jan Ellert no estuvo interesado en guardarlo. Un amigo del Beato Sopocko, p. Józef Grasewicz, lo llevó a la parroquia en Nowa Ruda, en Bielorusia. Aquí, a pesar de muchos cambios en la administración de la iglesia, el cuadro permaneció durante 40 años (1949-1986).


El cuadro en la iglesia de Nowa Ruda, actualmente Bielorrusia (1949-1986)

En 1970, las autoridades comunistas en Nowa Ruda decidieron convertir la iglesia en un almacén. El Beato Sopocko, que entonces estaba en Polonia pidió al p. Grasewicz que trasladara el cuadro a algún otro sitio seguro. En secreto, mandó una petición de colgar el cuadro en la iglesia de la Puerta del Amanecer de Vilna (Lituania), donde había sido expuesto por primera vez para la adoración pública. La petición fue transmitida solo en 1982 (ya después de la muerte del Beato Sopocko). En 1986 el lienzo es trasladado nuevamente a la Iglesia del Espíritu Santo, en Vilna, donde permaneció hasta el año 2005.


El cuadro antes de su restauración

A consecuencia de la restauración realizada el año 2003, el cuadro recuperó su aspecto original. En el marco nuevo se fijó un letrero, según el proyecto del conservador, con las palabras: JESÚS, EN TI CONFÍO (el marco con el letrero original se perdió cuando el cuadro estaba escondido).


Desde el año 2005, el lienzo se venera el el Santuario de la Divina Misericordia, en Vilna.

DIARIO de Santa Sor Faustina, Plock, Polonia, 22 de febrero de 1931.
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"Al anochecer mientras estaba en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la túnica entreabierta en el pecho, salían dos rayos grandes: uno rojo y otro pálido. En silencio, atentamente miraba al Señor, mi alma estaba llena de temor, pero también de gran alegría. Un momento después, Jesús me dijo: Pinta una cuadro según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío.(...)
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Prometo que el alma que venere esta cuadro no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. (...) Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que este cuadro que pintarás con el pincel, sea bendecido con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia. Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo para las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. (...)
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Una vez, cansadísima por las múltiples dificultades que tenía por el hecho de que Jesús me hablaba y exigía que fuese pintada la cuadro, decidí firmemente, antes de los votos perpetuos, pedir al padre Andrasz que me liberara de estas inspiraciones interiores y de la obligación de pintar la cuadro. Al escuchar la confesión, el padre Andrasz me dio la siguiente respuesta: No la dispenso de nada, hermana y no le está permitido sustraerse de estas inspiraciones interiores, sino que debe decir todo al confesor, eso es necesario, absolutamente necesario, porque de lo contrario se desviará del buen camino a pesar de estas grandes gracias del Señor. De momento usted se confiesa conmigo, pero ha de saber que debe tener un confesor permanente, es decir un director espiritual.(...)
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Me afligí muchísimo. Pensaba poder liberarme de todo y había pasado todo lo contrario: una orden clara de seguir las peticiones de Jesús. Y otra vez el tormento porque no tengo un confesor permanente. (...) Sin embargo la bondad de Jesús no tiene límites, me prometió una ayuda visible en la tierra y la recibí poco después en Vilna (Vilnius), Lituania. En el padre Sopocko reconocí esa ayuda de Dios. Le había conocido en una visión interior antes de llegar a Vilna. Un día lo vi en nuestra capilla entre el altar y el confesionario. De repente en mi alma oí una voz: He aquí la ayuda visible para ti en la tierra. Él te ayudará cumplir Mi voluntad en la tierra” (Diario, 47-50).
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Más información en: 

Aprendamos a Rezar el Rosario de la Divina Misericordia (Cantado)


Que Dios te bendiga a ti, a tu familia y a todos los tuyos. Que su santa madre la Santísima Virgen Maria te ayude a conocer, amar e imitar a Jesús.

Fuentes:






sábado, 26 de abril de 2014

DOS PAPAS SANTOS






CATÓLICO(A):

Queremos compartir contigo la gran alegría de la CANONIZACIÓN de los Papas JUAN XXIII y JUAN PABLO II ¡DOS PAPAS SANTOS! ¡Dos intercesores nuestros en el cielo!

¿Por que son Santos?

Son santos porque, con la ayuda e iniciativa de la gracia de Dios, supieron responder a los dones recibidos y los pusieron al servicio de los demás. Porque fueron hombres de fe, esperanza y caridad eminentes. Porque vivieron las virtudes cristianas de modo heroico y porque no ahorraron esfuerzos por dedicar y consagrar sus vidas a la misión encomendada.

La centralidad de Jesucristo, bien anclada y nutrida en la oración, en la Palabra de Dios y en el misterio de la cruz, es el denominador común de ambos. Desde Jesucristo, Juan XXIII y Juan Pablo II amaron y sirvieron apasionada y fecundamente a su Iglesia y a toda la humanidad.

Fueron y siguen siendo ejemplo luminosísimo de renovado ardor evangelizador (esta es la clave del Concilio Vaticano II, por ambos servido admirablemente), de testimonio de la primacía de Dios y de servicio a los hombres sus hermanos, singularmente a los más pobres, necesitados y débiles.

Apostaron por la paz, la justicia social, la libertad, el diálogo y los grandes valores por los que tanto anhela el corazón humano.

Y son santos para la gloria de Dios y el bien de los demás. Su canonización es una alabanza al Dios tres veces santo y fuente de la santidad. Es un reconocimiento al ejemplo de sus vidas.

Es un testimonio de que Dios, el Dios de los cristianos, existe y es amor, bondad, belleza y santidad. Es un testimonio de que hombres y mujeres, por gracia de Dios y por fidelidad a Él, han sabido transmitir en y con sus vidas rayos, reflejos y atisbos de la grandeza, de la belleza y de la bondad de Dios, quien así “nos ha dado pruebas evidentes de su amor”.

Y es un servicio, un servicio a la comunidad eclesial de todos los tiempos, y con ella a la entera humanidad, “para que, animados por su presencia alentadora, luchemos sin desfallecer en la carrera y alcancemos, como ellos, la corona de gloria que no se marchita”.

San Juan XXIII y San Juan Pablo II “nos estimulan con su ejemplo en el camino de la vida y nos ayudan con su intercesión”. Y, asimismo, nos interpelan para responder a la llamada universal a la santidad.

Ninguno de los dos “necesitaban” –entiéndase bien esta expresión…- de compañía para acceder a la celebración de sus canonizaciones. Pero así es mejor, es mucho mejor, porque, además, con su canonización, se evangeliza más y se sirve mejor a la comunión de la Iglesia y a la verdad de la santidad.

Te recordamos que tu tambien estas llamado a una VIDA SANTA. Para eso te bautizaron tus padres. Para eso debes recibir los SACRAMENTOS, sobre todo la CONFESIÓN Y LA COMUNIÓN. Estas igualmente llamado a ser apóstol: llevar la fe a todos, tomar parte en la vida apostólica de tu parroquia.

¡Que alegría vivir la fe en la Iglesia fundada por el Señor Jesús! Estos dos Papas santos nos reafirman en la santidad, a pesar de las debilidades humanas de la Iglesia. Asiste a MISA todos los domingos y fórmate como Cristiano Católico comprometido. VENEZUELA necesita Cristianos Católicos Santos como estos dos Papas.

PARA TENER EN CUENTA



Los anticatolicos (ateos, protestantes y sectas), cismáticos (Lefebvristas) y enemigos de la Iglesia, al ver el gran acontecimiento de la Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII saldrán a relucir sus falacias y mentiras mal intencionadas de que el Papa Juan XXIII apoyo el Nazismo mostrando unas fotos tomadas antes del Holocausto Nazi y tambien dirán que el Papa Juan Pablo II encubrió a los sacerdotes pederastas. (Mentiras y mas mentiras) Es necesario conocer la historia detrás de estos grandes santos, para saber dar razón del porque la Iglesia los canonizara como Santos.

Atentos Católicos tenemos que saber dar razón de nuestra Fe (1 Pedro 3, 15)

Juan XXIII (El Papa Bueno)
Juan Pablo II (El Papa de los Jóvenes)

Joaquín Navarro-Valls: Juan Pablo II no encubrió a Marcial Maciel

Una de las personas que pasó más años junto a Juan Pablo II fue Joaquín Navarro-Valls. Vivió el momento en que el escándalo de los abusos sexuales por parte de sacerdotes golpeaba a la Iglesia y también a un Papa ya anciano y debilitado por la enfermedad.


Pese a todo, dice que Juan Pablo II tomó las riendas de la situación y dio importantes pasos para atajar el problema.


JOAQUÍN NAVARRO-VALLS
Exportavoz del Vaticano
"El Papa se preocupó mucho. Para él era... Hacía falta entender, como decirlo, la pureza de ese pensamiento. Aceptar esa realidad era como increíble, pero la aceptó. Naturalmente comenzó enseguida a tomar decisiones. Llamó a Roma a todos los cardenales americanos, no podía traer a todos los obispos de Estados Unidos que eran muchos, pero todos los cardenales vinieron. Yo estaba en esa reunión. Se habló claramente de los casos que comenzaban a conocerse y empezó a tomar decisiones que eran decisiones de naturaleza jurídica”.

Más adelante se conoció la doble vida de Marcial Maciel. Joaquín Navarro-Valls explica que las denuncias comenzaron a investigarse en el pontificado de Juan Pablo II y que él estaba al tanto de todo. Aclara que, de ningún modo, Juan Pablo II lo encubrió o miró hacia otro lado.

JOAQUÍN NAVARRO-VALLS
Exportavoz del Vaticano
"Es simplemente falta de información objetiva. Yo que estaba dentro puedo desmentir eso”.

La investigación finalizó durante el primer año del pontificado de Benedicto XVI. Joaquín Navarro-Valls explica que, desde el primer momento, el ahora Papa emérito pidió que se diera a conocer la verdad, por dolorosa que fuera.

Director del Grupo ACI rechaza acusaciones contra Juan Pablo II


Que Dios te bendiga a ti, a tu familia y a todos los tuyos. Que su santa madre la Santísima Virgen Maria te ayude a conocer, amar e imitar a Jesús.