CATÓLICO(A):
Queremos compartir contigo la gran alegría de la CANONIZACIÓN de los Papas JUAN XXIII y JUAN PABLO II ¡DOS PAPAS SANTOS! ¡Dos intercesores nuestros en el cielo!
¿Por que son Santos?
Son santos porque, con la ayuda e iniciativa de la gracia de Dios, supieron responder a los dones recibidos y los pusieron al servicio de los demás. Porque fueron hombres de fe, esperanza y caridad eminentes. Porque vivieron las virtudes cristianas de modo heroico y porque no ahorraron esfuerzos por dedicar y consagrar sus vidas a la misión encomendada.
La centralidad de Jesucristo, bien anclada y nutrida en la oración, en la Palabra de Dios y en el misterio de la cruz, es el denominador común de ambos. Desde Jesucristo, Juan XXIII y Juan Pablo II amaron y sirvieron apasionada y fecundamente a su Iglesia y a toda la humanidad.
Fueron y siguen siendo ejemplo luminosísimo de renovado ardor evangelizador (esta es la clave del Concilio Vaticano II, por ambos servido admirablemente), de testimonio de la primacía de Dios y de servicio a los hombres sus hermanos, singularmente a los más pobres, necesitados y débiles.
Apostaron por la paz, la justicia social, la libertad, el diálogo y los grandes valores por los que tanto anhela el corazón humano.
Y son santos para la gloria de Dios y el bien de los demás. Su canonización es una alabanza al Dios tres veces santo y fuente de la santidad. Es un reconocimiento al ejemplo de sus vidas.
Es un testimonio de que Dios, el Dios de los cristianos, existe y es amor, bondad, belleza y santidad. Es un testimonio de que hombres y mujeres, por gracia de Dios y por fidelidad a Él, han sabido transmitir en y con sus vidas rayos, reflejos y atisbos de la grandeza, de la belleza y de la bondad de Dios, quien así “nos ha dado pruebas evidentes de su amor”.
Y es un servicio, un servicio a la comunidad eclesial de todos los tiempos, y con ella a la entera humanidad, “para que, animados por su presencia alentadora, luchemos sin desfallecer en la carrera y alcancemos, como ellos, la corona de gloria que no se marchita”.
San Juan XXIII y San Juan Pablo II “nos estimulan con su ejemplo en el camino de la vida y nos ayudan con su intercesión”. Y, asimismo, nos interpelan para responder a la llamada universal a la santidad.
Ninguno de los dos “necesitaban” –entiéndase bien esta expresión…- de compañía para acceder a la celebración de sus canonizaciones. Pero así es mejor, es mucho mejor, porque, además, con su canonización, se evangeliza más y se sirve mejor a la comunión de la Iglesia y a la verdad de la santidad.
Te recordamos que tu tambien estas llamado a una VIDA SANTA. Para eso te bautizaron tus padres. Para eso debes recibir los SACRAMENTOS, sobre todo la CONFESIÓN Y LA COMUNIÓN. Estas igualmente llamado a ser apóstol: llevar la fe a todos, tomar parte en la vida apostólica de tu parroquia.
¡Que alegría vivir la fe en la Iglesia fundada por el Señor Jesús! Estos dos Papas santos nos reafirman en la santidad, a pesar de las debilidades humanas de la Iglesia. Asiste a MISA todos los domingos y fórmate como Cristiano Católico comprometido. VENEZUELA necesita Cristianos Católicos Santos como estos dos Papas.
Son santos porque, con la ayuda e iniciativa de la gracia de Dios, supieron responder a los dones recibidos y los pusieron al servicio de los demás. Porque fueron hombres de fe, esperanza y caridad eminentes. Porque vivieron las virtudes cristianas de modo heroico y porque no ahorraron esfuerzos por dedicar y consagrar sus vidas a la misión encomendada.
La centralidad de Jesucristo, bien anclada y nutrida en la oración, en la Palabra de Dios y en el misterio de la cruz, es el denominador común de ambos. Desde Jesucristo, Juan XXIII y Juan Pablo II amaron y sirvieron apasionada y fecundamente a su Iglesia y a toda la humanidad.
Fueron y siguen siendo ejemplo luminosísimo de renovado ardor evangelizador (esta es la clave del Concilio Vaticano II, por ambos servido admirablemente), de testimonio de la primacía de Dios y de servicio a los hombres sus hermanos, singularmente a los más pobres, necesitados y débiles.
Apostaron por la paz, la justicia social, la libertad, el diálogo y los grandes valores por los que tanto anhela el corazón humano.
Y son santos para la gloria de Dios y el bien de los demás. Su canonización es una alabanza al Dios tres veces santo y fuente de la santidad. Es un reconocimiento al ejemplo de sus vidas.
Es un testimonio de que Dios, el Dios de los cristianos, existe y es amor, bondad, belleza y santidad. Es un testimonio de que hombres y mujeres, por gracia de Dios y por fidelidad a Él, han sabido transmitir en y con sus vidas rayos, reflejos y atisbos de la grandeza, de la belleza y de la bondad de Dios, quien así “nos ha dado pruebas evidentes de su amor”.
Y es un servicio, un servicio a la comunidad eclesial de todos los tiempos, y con ella a la entera humanidad, “para que, animados por su presencia alentadora, luchemos sin desfallecer en la carrera y alcancemos, como ellos, la corona de gloria que no se marchita”.
San Juan XXIII y San Juan Pablo II “nos estimulan con su ejemplo en el camino de la vida y nos ayudan con su intercesión”. Y, asimismo, nos interpelan para responder a la llamada universal a la santidad.
Ninguno de los dos “necesitaban” –entiéndase bien esta expresión…- de compañía para acceder a la celebración de sus canonizaciones. Pero así es mejor, es mucho mejor, porque, además, con su canonización, se evangeliza más y se sirve mejor a la comunión de la Iglesia y a la verdad de la santidad.
Te recordamos que tu tambien estas llamado a una VIDA SANTA. Para eso te bautizaron tus padres. Para eso debes recibir los SACRAMENTOS, sobre todo la CONFESIÓN Y LA COMUNIÓN. Estas igualmente llamado a ser apóstol: llevar la fe a todos, tomar parte en la vida apostólica de tu parroquia.
¡Que alegría vivir la fe en la Iglesia fundada por el Señor Jesús! Estos dos Papas santos nos reafirman en la santidad, a pesar de las debilidades humanas de la Iglesia. Asiste a MISA todos los domingos y fórmate como Cristiano Católico comprometido. VENEZUELA necesita Cristianos Católicos Santos como estos dos Papas.
PARA TENER EN CUENTA
Atentos Católicos tenemos que saber dar razón de nuestra Fe (1 Pedro 3, 15)
Juan XXIII (El Papa Bueno)
Juan Pablo II (El Papa de los Jóvenes)
Joaquín Navarro-Valls: Juan Pablo II no encubrió a Marcial Maciel
Una de las personas que pasó más años junto a Juan Pablo II fue Joaquín Navarro-Valls. Vivió el momento en que el escándalo de los abusos sexuales por parte de sacerdotes golpeaba a la Iglesia y también a un Papa ya anciano y debilitado por la enfermedad.
Pese a todo, dice que Juan Pablo II tomó las riendas de la situación y dio importantes pasos para atajar el problema.
JOAQUÍN NAVARRO-VALLS
Exportavoz del Vaticano
"El Papa se preocupó mucho. Para él era... Hacía falta entender, como decirlo, la pureza de ese pensamiento. Aceptar esa realidad era como increíble, pero la aceptó. Naturalmente comenzó enseguida a tomar decisiones. Llamó a Roma a todos los cardenales americanos, no podía traer a todos los obispos de Estados Unidos que eran muchos, pero todos los cardenales vinieron. Yo estaba en esa reunión. Se habló claramente de los casos que comenzaban a conocerse y empezó a tomar decisiones que eran decisiones de naturaleza jurídica”.
Más adelante se conoció la doble vida de Marcial Maciel. Joaquín Navarro-Valls explica que las denuncias comenzaron a investigarse en el pontificado de Juan Pablo II y que él estaba al tanto de todo. Aclara que, de ningún modo, Juan Pablo II lo encubrió o miró hacia otro lado.
JOAQUÍN NAVARRO-VALLS
Exportavoz del Vaticano
"Es simplemente falta de información objetiva. Yo que estaba dentro puedo desmentir eso”.
La investigación finalizó durante el primer año del pontificado de Benedicto XVI. Joaquín Navarro-Valls explica que, desde el primer momento, el ahora Papa emérito pidió que se diera a conocer la verdad, por dolorosa que fuera.
Director del Grupo ACI rechaza acusaciones contra Juan Pablo II
Que Dios te bendiga a ti, a tu familia y a todos los tuyos. Que su santa madre la Santísima Virgen Maria te ayude a conocer, amar e imitar a Jesús.
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